sábado, 21 de julio de 2007

Estamos participando de los proyectos "Mitos" y "Animadores/as Culturales"

Con muchas preguntas, emoción y felicidad, terminamos ayer sábado 21 de julio, el tercer encuentro de trabajo compartido con las/os integrantes de los proyectos de Mitos Populares "Taliy Tupay" (encontrar encontrarse) y de Animadores/as Culturales.
Nos juntamos pasado el mediodía en el club "Monteviejo", de la localidad de Beccar en el Gran Buenos Aires. Con la ayuda de algunas técnicas, unas empanadas, galletitas y mates hablamos sobre Cultura Popular, con una mirada crítica que buscó hacer cuerpo nuestras lecturas llevándolas al contradictorio terreno de nuestras vidas cotidianas.
Anteriormente nos habíamos reunido en dos oportunidades, una en Capital en el IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte) para trabajar sobre las características de cada proyecto y nuestras dudas y expetativas; en la otra en Boedo, en el C.C. Casa de la Juventud, para comenzar a pensar la Educación Popular como el enfoque que enmarca a ambos proyectos.
La actividad terminó con una técnica que denominamos "Reventar lo que nos revienta", que nos permitió acabar simbolicamente (las escribimos en globos inflados que después reventamos) con algunas cosas como la desigualdad, la pobreza, el maltrato infantil, el individualismo, el miedo al compromiso ¡y hasta el mismisimo capitalismo!.
Después de compartir estos momentos de reflexión volvimos esquivando el frío en un colectivo rojo y medio diablo (333) que nos arrimó a la estación del "lujoso" tren que tienen los del norte. Amigos/as, muy pronto les seguiremos contando de nuestras andanzas formativas.

sábado, 14 de julio de 2007

Encuentro sobre Educación Popular en el marco de los proyectos de “Mitos” y “Animadores Culturales”

Compartimos una jornada de discusión sobre la Educación Popular en el marco de los proyectos de “Mitos” y “Animadores/as Culturales”, con actividades cuyos objetivos principales eran conocernos y jugar para reflexionar.
Se inició con una técnica para conocer nuestros nombres. Nos pusimos todos/as en ronda y dijimos nuestros nombres y la idea después era que fuéramos diciendo el nombre de los otros/as y cambiando de lugar con la persona a quien nombrábamos. Esto causó risas y nos ayudó a mirarnos a los ojos e intentar recordar los nombres de todos/as los que allí estábamos. Después de cambiar de lugar varias veces, nos pusimos de pié siguiendo la consigna de enfrentarnos con un/a compañero/a y mientras nos hacíamos masajes contarnos como nos había ido con la actividad que se había planteado durante la semana.
Los que pertenecen al grupo de Animadores/as Culturales contamos como había resultado la cadena de dibujos, esto es, al principio de la semana se había iniciado una cadena de llamados telefónicos en donde uno/a llamaba a otro/a compañero/a y le describía un dibujo y quien escuchaba tenía que dibujarlo para después traerlo al encuentro del sábado.
Los del proyecto de “Mitos” habíamos comenzado una cadena de teléfonos en donde lo que se buscaba transmitir era una historia, esto es, un/a compañero/a llamaba a otro por teléfono y le contaba una historia y quien escuchaba tenía que responder una serie de preguntas sobre la historia y luego llamar a otro/a compañero/a para contarle la misma historia.
Se buscaba con estas actividades que los/as compañeros/as se pusieran en contacto y trajeran alguna reflexión al encuentro sobre la transmisión de mensajes. Entre lo que puso en común, surgieron los problemas para comunicarse que hubo y las razones por las cuales la cadena se rompió (no encontraban a quien tenían que llamar, nunca los llamaron, etc). En vistas de estos problemas y con el fin de retomar la discusión sobre la transmisión de anécdotas y/o mitos, se leyó una historia breve sobre la que todos/as los/as presentes teníamos que después contestar unas preguntas con verdadero, falso o no se sabe.
Fue muy interesante porque todos/as escuchamos la misma historia y sin embargo las respuestas fueron bien diferentes. La reflexión a la que nos llevó esta actividad es como el contexto en el que se lee una historia, la propia historia de cada uno de los oyentes, el registro que cada uno tiene sobre las palabras, influye sobre la interpretación de una historia. Cada uno dio los motivos de sus respuestas y surgió un debate sobre los supuestos que manejamos a la hora de escuchar una anécdota o un cuento.
Al finalizar esta actividad, iniciamos una “búsqueda del tesoro”. La consigna era que en grupos de 4 o 5 personas buscáramos 3 tesoros nuestros y que luego los presentáramos con una dificultad. El grupo 1 tenía que buscar los siguientes tesoros: la mejor manera de preparar un mate, un chiste y un tango, y la dificultad para presentarlo era que tenían que incluir un ritmo. El grupo 2 tenía que buscar un mito urbano, una receta dulce y una cumbia, y la dificultad era que tenían que presentarlo como mimos. El grupo 3 tenía que buscar un poema, un rock y la mejor manera de llegar a fin de mes, y la dificultad era que tenían que presentar al menos uno de los tesoros con una representación. Durante la presentación hubo muchas risas y vergüenzas inesperadas. Se conversó sobre nuestros tesoros, sobre lo que sabemos y conocemos, y como entre personas que no se conocían habían podido ponerse de acuerdo y discutir sobre los tesoros al mismo tiempo que diseñaban una manera de presentarlo. La consigna también incluía la posibilidad de buscar en los otros grupos los tesoros y el grupo no tenía uno de los tesoros. Sin embargo no fue necesario buscarlos en otros grupos. Cada grupo resolvió su búsqueda escuchándose y mirando hacía adentro.
Por otro lado, se discutió sobre el lugar desde donde parte de la Educación Popular, es decir, que parte desde nuestros tesoros, parte desde nuestro lugar en el mundo, desde quienes somos y lo que conocemos y sabemos. La Educación Popular reconoce como punto de partida a los saberes y conocimientos que los educandos/as traen, para iniciar un proceso de aprendizaje. No parte del supuesto de que los educandos/as son recipientes vacíos que “un iluminado” tiene que rellenar, sino todo lo contrario, sabiendo que el educador/a también aprenderá de los educandos/as. La siguiente actividad trataba de profundizar lo que pensábamos sobre la Educación Popular. En este sentido, se le pidió a los/as compañeros/as que se agruparán primero de a dos para discutir sobre lo que creían era la Educación Popular y que luego intentaran resumir esa discusión en dos palabras. Se dio poco tiempo para esta discusión porque la idea era que a los cinco minutos las parejas se agruparán con otros dos compañeros/as que estaban haciendo la misma actividad para que pusieran en común las palabras y discutieran entre cuatro. Se dio el mismo tiempo porque a los cinco minutos se pidió a las los grupos de 4 que se unieran con otro grupo de cuatro personas y siendo ya un número mayor de compañeros/as discutieran entre todos las palabras elegidas en torno a lo que pensaban era la Educación Popular y que luego armaran una frase en la que se resumiera la discusión del grupo. Las dos frases que se construyeron, y escribieron en afiches, fueron las siguientes:
*Es un espacio participativo en y de construcción, articulación y rebeldía
*Compartiendo, uniéndonos, comprometiéndonos, aprendemos a través del pensamiento crítico a liberarnos
Las frases motivaron las siguientes reflexiones: que no puede definirse (en el sentido de una definición cerrada y única) la educación popular porque es una construcción, que lo que busca la educación popular es que nos hagamos preguntas y busquemos nuestras respuestas, que lo anterior no se estimula en la educación bancaria porque a ellos/as les conviene que estemos quietos/as sin hacer preguntas y solamente reproduciendo lo que los/as docentes nos preguntan y contestan, que la educación popular busca liberarnos del rol de autómatas en el que nos pone el sistema, que toda educación tiene fines políticos, que la educación popular busca que liberemos el cuerpo que es lo que más aprisiona el sistema.
Como ultima actividad se planteó que los/as participantes nos dividieramos en dos grupos y que con lo aprendido durante la jornada planificaramos una actividad para iniciar el Taller de Cultura Popular que se desarrollaría la semana que siguiente. Ambos grupos planificaromos actividades para presentarse y para generar confianza con los/as compañeros/as que se sumarán al próximo encuentro.